5 mitos de la lactancia materna. ¡Dale pecho a tu bebé!

Está comprobado que la mejor manera de alimentar a un bebé es con leche materna. Según la OMS, la leche materna se debe dar hasta los 6 meses de vida y con alimentación complementaria hasta los dos años.
¿Has intentado amamantar a tu bebé y no has podido?, ¿Por qué tantas mujeres quieren dar el pecho y no lo consiguen? Según Delia Carballo, quien es asesora de lactancia y responsable de comunicación de Criar con apego, la razón es sencilla: hay una infinidad de mitos relacionados con la lactancia que hacen que esta no siga adelante. ¿Cuáles?
1. Tengo una mastitis u obstrucción y el médico me ha dicho que tengo que dejar la lactancia materna. Existen médicos que desconocen que la mastitis es un proceso que, cuando cursa con infección y hay que tratarlo con medicación, existen medicamentos que son perfectamente compatibles con la lactancia. No se trasmite por la leche la infección al bebé y, lo que es más importante, que el bebé succione la mama favorece que la mastitis remita. Por lo tanto, una mastitis no es un motivo para dejar el pecho.
2. El pediatra me dice que el niño está en un percentil 5% y que tiene que engordar. Los percentiles son la cruz de muchas madres. Que un niño esté en percentil 5 significa que el 5% de los niños de su edad pesan y miden lo mismo que él, no significa que 5 sea un número bajísimo en una tabla de 100. Sin embargo, muchas madres se agobian en una competición absurda. La leche materna es perfectamente apta para que el bebé crezca con todas las garantías. Es la leche diseñada expresamente para él. Igual que la de la vaca ha sido diseñada para alimentar al ternero.
3. Tengo muy poca leche. Es una de las explicaciones más comunes en las madres lactantes que están a punto de tirar la toalla. En realidad, lo que pasa, es que la madre está haciendo algo de forma incorrecta como, por ejemplo, dar el pecho cada tres horas, diez minutos en cada mama. Una recomendación que se usaba hace años y que ya se ha demostrado que es lo mejor para hacer fracasar una lactancia que esta ha de ser siempre a demanda.
4. Crisis de lactancia. La primera suele darse a los tres meses del bebé. Esta consiste en que el lactante pasa a necesitar más leche y no se queda del todo satisfecho. El mecanismo del pecho es tan perfecto que se autoregulará en cuestión de horas a la nueva demanda. En ese intervalo, que puede llegar a durar dos días, muchas madres creen, erróneamente, que se han quedado sin leche. La solución es poner al bebé siempre que lo pida al pecho de manera que poco a poco se regule la producción que él demanda en ese momento de crecimiento. En estas crisis y, sobre todo porque suelen coincidir con los tres meses, muchas madres tiran la toalla.
5. Tomé medicamentos y lo tuve que dejar. Hoy en día y gracias a páginas como e-lactancia.org, se saben cuáles son los medicamentos compatibles con la lactancia. La mayoría de los tratamientos se pueden ajustar a la madre lactante. Sólo hace falta que el facultativo consulte la página para poder recetarlo.
Es muy importante que el bebé reciba leche materna durante la primera quincena y, especialmente los dos o tres primeros días de vida, el cómo lo hagas marcará el éxito o el fracaso de la lactancia. Si se presentan problemas en esos momentos y se cuenta con un apoyo adicional, muchas mujeres superarán las dificultades que se les presenten. Por otro lado, es fundamental que el bebé tenga contacto piel con piel con su mamá al nacer. Esto hará que el bebé succione de manera natural, con lo que tendrá un buen agarre, algo fundamental para el éxito de la lactancia.
Con información de ABC.es
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