La emotiva historia de un indigente ¡fisicoculturista!
PARÍS.- Ésta es la emotiva historia de unindigente ¡fisicoculturista!
Jacques Sayagh tiene 50 años y se convirtió en una celebridad desde las calles de París para todo el mundo con su increíble historia de dedicación y autosuperación a pesar de no tener un hogar. El francés es conocido por sus vecinos por ser unfisicoculturista itinerante.
"No quiero vivir en un pequeño departamento. La gente no entiende por qué duermo en el suelo, pero yo nunca siento frío", expresó el fisicoculturista en un documental compartido a través de YouTube por el realizador Julien Goudichaud, según informó el sitio inglés Daily Telegraph.
Sayagh logró transformar las calles de París en un gimnasio al aire libre y con esfuerzo, dedicación y mucho ingenio se forjó una musculatura envidiable para más de un joven aspirante a Mr. Olympia.
De hecho, el hombre compite en concursos de fisicoculturismo para los que se prepara haciendo abdominales en la vereda, flexiones de brazos suspendido de postes de luz con cinturones y ejercicios para sus biceps con correas elásticas atadas a las rejas.
Jacques Sayagh tiene 50 años y se convirtió en una celebridad desde las calles de París para todo el mundo con su increíble historia de dedicación y autosuperación a pesar de no tener un hogar. El francés es conocido por sus vecinos por ser unfisicoculturista itinerante.
"No quiero vivir en un pequeño departamento. La gente no entiende por qué duermo en el suelo, pero yo nunca siento frío", expresó el fisicoculturista en un documental compartido a través de YouTube por el realizador Julien Goudichaud, según informó el sitio inglés Daily Telegraph.
Sayagh logró transformar las calles de París en un gimnasio al aire libre y con esfuerzo, dedicación y mucho ingenio se forjó una musculatura envidiable para más de un joven aspirante a Mr. Olympia.
De hecho, el hombre compite en concursos de fisicoculturismo para los que se prepara haciendo abdominales en la vereda, flexiones de brazos suspendido de postes de luz con cinturones y ejercicios para sus biceps con correas elásticas atadas a las rejas.
"Busco la estética del fisicoculturismo porque vivo en la calle y si no la tuviese me podría morir", explicó el hombre, quien aseguró que esta disciplina "es futurista" y apuesta todo.
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