martes, 25 de agosto de 2015

10 cosas que definen a un chilango, ¿te identificas?

10 cosas que definen a un chilango, ¿te identificas?


Foto propiedad de: chilloutflat.com.mx
En diferentes momentos y por distintas razones, no hay chilango que no haya ido al Zócalo.

¿Qué es un chilango? Nadie sabe con certeza ni el origen ni la connotación real de la palabra, pero se refiere a quienes habitan el DF, así como a aquellos que provienen de otro estado y se mudan a la conglomerada capital.

El ensayista mexicano Gabriel Zaid en su artículo "Chilango como gentilicio", escribe que "chilango" es una variación que se realizó en el Estado de Veracruz de la palabra maya "xilaan" que significa "desgreñado". En el mismo artículo se hace referencia a César Corzo Espinosa, quien propuso que la palabra "chilango" tiene un origen náhuatl en la palabra chilan-co que significa "donde están los colorados" y que hace alusión al color de piel de los habitantes de la Ciudad de México.

El origen despectivo de la apreciación de quien vive en la capital es probablemente consecuencia de miles de experiencias negativas acumuladas de visitantes nacionales a la capital. Sin embargo, al chilango lo explican más sus características personales, sus tradiciones y costumbres, que esa misteriosa palabra sin relación al nombre del territorio. Aquí 10 cosas que podrían definirlos:


1. Tiene el poder de convertir lo que sea en una torta:

Los tacos al pastor y de canasta son alimentos esencialmente chilangos, pero las tortas de tamal, de chilaquiles o incluso las tortas de taco de canasta son algo que sólo puede asimilar la imaginación y el estómago de un chilango.
Foto: Tomada de gifmania.com


2. El Zócalo, su punto de reunión:

Este espacio ha mutado con el tiempo y se ha convertido en una plancha de piedra fría dispuesta a adaptarse a lo que sea necesario. Desde conciertos gratuitos, pistas de hielo, canchas de futbol, beisbol, punto de concentración de protestas interminables, de encuentros personales bajo el asta bandera que ondea el símbolo nacional hasta la vendimia tradicional: esquites, tlayudas, refrescos, dulces, artesanías y juguetes. No hay chilango que no haya ido al Zócalo.


3. Su experiencia de viajar en metro:

Las 12 líneas del metro funcionan como arterias vitales imprescindibles, atiborradas de gente que recorre los puntos más distantes de esta urbe. Hay que subirse en las horas pico para conocer el sentimiento de la cercanía inevitable, incluso calurosa, con un desconocido. 
Foto: Tomada de Propiedades.com


4. El uso de la “ch”:

Aunque ya dejó de existir en el diccionario, la “ch” sigue siendo la letra favorita de los chilangos. Chale, chido, chamba, chafa, pachanga, chupe, etc. son palabras fundamentales, parte de su vocabulario cotidiano. El cantinfleo, ese rodeo infinito para decir las cosas, también suele ser parte del estilo del chilango, aseguran sobre todo los norteños.


5. Horas en el tránsito:

A excepción de la madrugada o las vacaciones, los trayectos en el DF son lentos y desesperantes. Eso sí, nada como esos momentos de reflexión inevitable entre bocinas y el calor del asfalto. Por otra parte, en esta ciudad sobran opciones de transporte y, a pesar de ello, la puntualidad es un concepto que ha desaparecido de la mente del chilango común. Además, la innumerable cantidad de vehículos en el DF ha ocasionado efectos secundarios en los conductores. 
Foto: Tomada de Internet.


6. Se queja de todo:

Un chilango puede unirse a alguna marcha que empata con sus ideales o quejarse de quienes se quejan. Es común que el tránsito de la ciudad tenga origen en alguna protesta (aunque a veces sea un festejo), lo que ocurre varias veces a la semana.


7. Su folclor:

Muchos espacios de encuentro social han escrito su propia historia y se han convertido en parte fundamental de la dinámica citadina: la Arena México y los gritos furiosos de su público, Tepito repleto de fayuca y algún atípico negocio en regla, la lagunilla llena de antigüedades y en ocasiones auténticas joyas esperando a algún oportuno comprador, la música del xilófono o los viejos organillos en sus calles, botargas bailando o esperando inmaculados la fotografía con algún infante.
Foto: Tomada de hotelesenmexicodf.org


8. No conoce su ciudad:

Decir que se conoce la ciudad siempre es una expresión en sentido figurado y no literal. Las 16 delegaciones se encuentran lejanas y planear un viaje ocasional a alguna de ellas no es por lo general algo que un chilango quiera hacer, sólo si es estrictamente necesario. 


9. Vive “sobre” agua:

Churubusco, La Viga, Consulado, Magdalena y De la Piedad son algunos de los exríos sobre los que transitan los chilangos: Muchas de las principales vialidades de la ciudad se construyeron sobre lo que antes eran ríos que hoy corren entubados debajo de las interminables filas de tránsito en la ciudad. 
Foto: Tomada de internet.


10. Fabrica sus propias “ciencias esotéricas”:

Finalmente, encontramos que algunos chilangos ponen botellas de plástico con agua para evitar que los perros orinen o defequen en sus jardines. Sin embargo, no encontramos fundamentos de esto en ningún tratado científico.

Con información de Propiedades.com

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