Juventus de Turín se proclamó hoy matemáticamente ganador del "scudetto", el título de la Liga italiana de fútbol, a falta de tres jornadas para el final de la temporada 2012-2013 de la Primera División (Serie A), tras vencer por 1-0 al Palermo.
Esta victoria en casa le da al Juventus su segundo título liguero consecutivo, los dos con el técnico italiano Antonio Conte en el banquillo, y el vigésimo noveno en su palmarés, en el que figuran también dos títulos de la Liga de Campeones, nueve de la Copa de Italia y cinco de la Supercopa italiana, entre otros.
El equipo turinés, que esta temporada cayó eliminado en cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Bayern Munich, necesitaba solo de un empate para proclamarse vencedor de la Liga y acumula ya 83 puntos, frente a los 69 del segundo, el Nápoles, que juega el último partido de este domingo contra el Inter de Milán.
El encargado de marcar el gol de la victoria para el equipo blanquinegro fue el chileno Arturo Vidal, de penalti, un tanto que terminó de desatar la alegría entre los aficionados turineses que llenaron el Juventus Stadium, a la espera de la celebración prevista por las calles de Turín (norte de Italia) este mismo domingo.
Milan, tercer clasificado, supo aprovechar la gran ocasión que tenía para proteger su derecho a participar en la fase previa de la próxima Champions League al ganar "in extremis" por 1-0 al Torino, gracias a un tanto del internacional italiano Mario Balotelli a seis minutos del final del tiempo reglamentario.
Este resultado deja al club "rossonero" con 65 puntos, cuatro más que el cuarto, el Fiorentina, lo que supone dar cierto respiro a un equipo sumido en la incertidumbre sobre la continuidad o no la próxima temporada del técnico italiano Massimiliano Allegri.
El séptimo clasificado, el Lazio, logró una importante victoria, en cuanto a lo contundente, por 6 goles a 0 contra el Bolonia, un resultado que llena de moral al equipo celeste de cara a la recta final de la temporada, en la que tienen la final de la Copa de Italia ante el eterno rival, el Roma.
El gran protagonista del encuentro fue el alemán Miroslav Klose, que logró cinco goles tras varias jornadas de sequía, en un encuentro en el que el Bolonia pareció ausente en el terreno de juego y en el que el brasileño Anderson Hernanes también marcó.
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