jueves, 28 de noviembre de 2013

Un hombre español vivió 12 años con los lobos

Un hombre español vivió 12 años con los lobos


Un hombre español vivió 12 años con los lobosMarcos Rodríguez Pantoja, en la actualidad
Su vida fue dura, pero su vínculo especial con los animles le ayudó a salir adelante y a sobrevivir incluso en soledad.

Marcos Rodríguez Pantoja es su nombre y vivió durante 12 años en la sierra, criado por lobos y en compañía de una serpiente a la que alimentaba con leche.
Su historia comenzó cuando tenía 6 o 7 años y fue vendido a un cabrero por su padre. El hombre que lo compró lo llevó a la Sierra Morena para que le ayudara a pastorear a su rebaño.
El hombre murió y Marcos se quedó sólo; su madastra solía pegarle así que él prefirió huir al monte, hasta que la Guardia Civil lo encontró en 1965 y se lo llevó a la fuerza a Fuencaliente, un pequeño pueblo a los pies de Sierra Morena.


El paso por la sierra pudo haber sido temible, pero gracias a lo que aprendió con el pastor que lo compró cuando era un niño, supo como sobrevivir y evitar las hambrunas cazando conejos o perdices y despellejando a los animales para aprovechar su carne y su piel.
Un día se introdujo a una lobera a jugar con los cachorros, cuando la madre regresó a alimentar a las crías con carne de ciervo fresca, él intentó robarle un pedazo, pero sólo consiguió un zarpazo. Sin embargo, fue adoptado por la loba que incluso le lamió la cara, desde entonces fueron inseperables.

Según el antropólogo Gabriel Janer Manila, quien contó la historia de Marco y escribió una novela, el hombre nunca se sintió sólo porque eso le ayudó a mantenerse cuerdo y no volverse loco; establecer un vínculo con los animales le ayudó a sentirse acompañado y parte de un grupo; Gabriel lo define de esta manera:
"Lo que ocurre es que Marcos no cuenta lo que sucedió, sino lo que él cree que sucedió”
En 2010 se estrenó la película "Entrelobos" de Gerardo Olivares, que está inspirada en su historia.

Marcos describió su regreso a la sociedad como el momento en que más miedo tuvo en su vida y recuerda que el reencuentro con su padre no le produjo ninguna emoción; lo único que su padre logró decir fue: "¿Dónde está tu chaquetilla?", dice Marco con sorna, porque era imposible que siguiera portando las mismas prendas que usaba de niño.
La vida para Marcos fue muy buena a su regreso, aunque en diferentes ocasiones se aprovecharon de su ingenuidad y falta de experiencia, logró desenvolverse de manera perfecta en el ambiente de la hotelería.

En Rante, Galicia, fue que el hombre pudo contar con la generosidad de un policía retirado que le ayudó a establecerse, donde por cierto reside desde hace 15 años.
Su casa es pequeña, de techo bajo, como una morada de lobo, llena de fotos, dibujos, una colección de encendedores y un patio repleto de flores y plantas.

Con información de BBC

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